Medidas cautelares: Teoría y práctica

Las medidas cautelares constituyen un instituto trascendente dentro de nuestro proceso civil, comercial y de familia, en tanto apuntan a asegurar la eficacia práctica de aquello que, al final del camino, pudiera decidirse en la sentencia.

Se erigen, de este modo, en uno de los principales baluartes de la tutela judicial efectiva. Por ello, requieren de un manejo adecuado y preciso por parte del profesional a quien se confía el seguimiento de un proceso judicial. Una mala (por inadecuada o por insuficiente) opción precautoria puede llegar a diluir, en la realidad fuera del expediente, la mejor victoria que pudiera haberse obtenido en la sentencia dictada en él; y en materia precautoria sigue imperando, al menos como regla, el dispositivismo, que hace depender prácticamente todo del pedido de parte.

De allí que la obra apunte a ofrecer una visión omnicomprensiva del fenómeno precautorio: desde sus bases, pasando por sus aspectos procesales, sus principales características y efectos, las responsabilidades que entrañan, deteniéndose luego en las diversas tipologías contempladas por las leyes procesales, como así también en las cautelares innominadas. El libro incluye, además, un capítulo especial que se ocupa de un fenómeno muy específico: el de las medidas cautelares en los procesos de familia, las cuales –si bien abrevan en la teoría general del instituto– adquieren una fisonomía especial que requiere un análisis individualizado.

Se ha trabajado con un enfoque eminentemente pragmático, consciente de las necesidades del profesional, procurando sintetizar las principales corrientes interpretativas doctrinarias y/o jurisprudenciales para permitir un abordaje sencillo y célere (el tiempo es fundamental en materia cautelar) de las diversas situaciones que pueden presentarse en la práctica.

El libro procura, de este modo, constituirse en una herramienta de trabajo que acompañe al profesional a la hora de diseñar las estrategias a adoptar en materia cautelar y, luego, llevarlas a la práctica del expediente.

Por ello, y enfatizando en lo cotidiano, se ha incluido una sección eminentemente pragmática que permite al abogado litigante manejar, con claridad, los detalles procedimentales que hacen a un manejo eficiente de las distintas cuestiones: qué medida solicitar, cómo, dónde y cuándo diligenciar los oficios pertinentes y demás cuestiones afines, que no suelen incluirse en las obras de la materia, pero que, como la experiencia indica, resultan también necesarias como complemento de toda la teoría acerca de estos institutos.